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Nuestro paisaje es la tierra blanca de Montilla-Moriles. Las suaves colinas bajo el cielo abierto de la campiña cordobesa. Los lagares entre vides de pedro ximénez. Las extensas paseras tradicionales. Las grandes bodegas repletas de botas y soleras venerables.

Pasera de uvas pedro ximenez

TRADICIÓN

Aire de uva y vino

SUELO Y CLIMA

Armonía en el viñedo

PEDRO XIMÉNEZ

La variedad autóctona

Montilla-Moriles es una historia de sabiduría, tiempo y búsqueda del placer.
 

En el corazón de nuestros pueblos, las bodegas silenciosas llenas de viejas botas guardan el secreto de los famosos vinos generosos. La expresión de una tierra con una tradición milenaria.

En nuestros pagos de viñedos, los suelos calcáreos, llamados "albariza", juegan un papel decisivo.


Porosos y pobres en materia orgánica, son idóneos para que la equilibrada maduración de la uva bajo el clima soleado, cálido y seco de Montilla-Moriles.

Fina, delicada y fresca, la variedad Pedro Ximénez tiene una gran afinidad con el terroir de Montilla-Moriles.


Sus uvas son ricas en azúcares, esenciales para producir vinos finos secos que alcanzan 15 grados sin fortificar y vinos dulces de armoniosa profundidad.

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