Un vino emocionante, que nos atrae por su brillo y su penetrante aroma, su sabor seco y aterciopelado, tan carnoso y tan maravilloso como copa sola para momentos de disfrute, a media mañana, a media tarde, por la noche… También es un acompañante ideal con carnes rojas, postres a base de frutas, guisos gelatinosos frutos secos. No es fácil olvidarlo.

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Variedad: 100% pedro ximénez
Alcohol: 19%
Crianza: envejecimiento oxidativo durante 20 años en viejas botas de roble americano, siguiendo el sistema de criaderas y solera.
Servicio: a temperatura ambiente, preferiblemente en copa de vino.